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martes, 27 de noviembre de 2012

Discapacitados físicos y psíquicos plantean de manera directa a los miembros de la Policía Local de la capital cuáles son las barreras a las que se enfrentan a diario en la ciudad. Una vez superada la sensibilización, ahora solo falta mejorar las formas de comunicación.

TACHI IZQUIERDO, Tenerife


Buena parte de los miembros de las cinco unidades operativas de la Policía Local de Santa Cruz que a diario recorren la ciudad en turnos de 40 agentes están participando de manera activa en las charlas y encuentros que les ofrecen personas con discapacidad física o psíquica, auditiva o visual.

Les explican a los policías, de manera muy directa, ya no solo la forma en la que les gustaría ser tratados, sino las carencias con las que se realiza el servicio o las dificultades y barreras con las que se encuentran a diario en la ciudad.

La Policía de Santa Cruz cuenta con una plantilla de 368 agentes, y su participación en esta experiencia obedece a una iniciativa de la Mesa de la Accesibilidad, en la que cada colectivo ha ido planteando la necesidad de hacer frente a sus carencias y dificultades cotidianas.

En el colectivo de discapacitados intelectuales una de las principales demandas se centra en la mejora de la comunicación en las intervenciones policiales, "de manera que estas personas conozcan lo que han hecho, sus derechos o las consecuencias de determinados actos", así como que los agentes "sepan identificar estos casos, para no solaparlos con otros y poder derivarlos a la familia o a centros adecuados", indicó Ana Almenara, representante de la Federación Regional Canaria de Organizaciones de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps).

Beneficio común

Antonio Acosta es el jefe del Departamento de Servicio Sociales de la ONCE en Tenerife, quien dijo que cualquier acción de sensibilización hacia este colectivo que "pueda poner en alerta a la gente que está en disposición de ayudarnos y poner de manifiesto nuestras necesidades, nos va a beneficiar". Dijo que "lo que hace falta es la información hacia este cuerpo de lo que nos hace falta, algo que beneficia al conjunto de la sociedad", y destacó que para el colectivo de ciegos "una de sus principales inquietudes es no encontrar obstáculos en la vía pública, coches mal aparcados o contenedores ubicados fuera de su lugar, algo que ocasiona un trastorno y un riesgo".

También le reclamó a los policías más sensibilización y apoyo hacia los usuarios de los perros guía y señaló que "en Santa Cruz, como cualquier ciudad, la sensibilización tiene que ver con las voluntades", aunque apuntó que "hoy por hoy todo es mejorable".

Airam Fernández Rodríguez es un discapacitado físico que enumera entre las quejas más comunes las barreras físicas y arquitectónicas que se encuentran a diario en la ciudad, aunque reclama "más consideración" a quienes aparcan en aceras, rebajes de acceso y en los estacionamientos para personas con movilidad reducida, para lo que pide a la Policía "más verificación".

En este sentido, denunció que "hay mucha picaresca con las tarjetas para discapacitados, ya que son muy fáciles de falsificar", hasta el punto de que ayer llevó varias muestras de las irregulares para que los agentes las identifiquen.

Cristina Arizaga, profesora de lengua de signos y miembro de Asorte, acudió para plantear a la Policía Local los problemas de comunicación con los que se encuentran a diario, pues dijo que "por el hecho de que un agente nos grite más, no lo vamos a entender mejor". Por ello, sugirió que sería interesante que una parte de la plantilla conociera algunos aspectos del leguaje de signos.

Dijo que también se encuentran con otras barreras como los paneles informativos, que "en muchas ocasiones no entendemos o con funcionarios que no nos entienden a la hora de hacer una gestión, así como con la carencia de formas de aviso para una persona sorda en caso de una emergencia".

TACHI IZQUIERDO, Tenerife

Buena parte de los miembros de las cinco unidades operativas de la Policía Local de Santa Cruz que a diario recorren la ciudad en turnos de 40 agentes están participando de manera activa en las charlas y encuentros que les ofrecen personas con discapacidad física o psíquica, auditiva o visual.

Les explican a los policías, de manera muy directa, ya no solo la forma en la que les gustaría ser tratados, sino las carencias con las que se realiza el servicio o las dificultades y barreras con las que se encuentran a diario en la ciudad.

La Policía de Santa Cruz cuenta con una plantilla de 368 agentes, y su participación en esta experiencia obedece a una iniciativa de la Mesa de la Accesibilidad, en la que cada colectivo ha ido planteando la necesidad de hacer frente a sus carencias y dificultades cotidianas.

En el colectivo de discapacitados intelectuales una de las principales demandas se centra en la mejora de la comunicación en las intervenciones policiales, "de manera que estas personas conozcan lo que han hecho, sus derechos o las consecuencias de determinados actos", así como que los agentes "sepan identificar estos casos, para no solaparlos con otros y poder derivarlos a la familia o a centros adecuados", indicó Ana Almenara, representante de la Federación Regional Canaria de Organizaciones de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps).

Beneficio común

Antonio Acosta es el jefe del Departamento de Servicio Sociales de la ONCE en Tenerife, quien dijo que cualquier acción de sensibilización hacia este colectivo que "pueda poner en alerta a la gente que está en disposición de ayudarnos y poner de manifiesto nuestras necesidades, nos va a beneficiar". Dijo que "lo que hace falta es la información hacia este cuerpo de lo que nos hace falta, algo que beneficia al conjunto de la sociedad", y destacó que para el colectivo de ciegos "una de sus principales inquietudes es no encontrar obstáculos en la vía pública, coches mal aparcados o contenedores ubicados fuera de su lugar, algo que ocasiona un trastorno y un riesgo".

También le reclamó a los policías más sensibilización y apoyo hacia los usuarios de los perros guía y señaló que "en Santa Cruz, como cualquier ciudad, la sensibilización tiene que ver con las voluntades", aunque apuntó que "hoy por hoy todo es mejorable".

Airam Fernández Rodríguez es un discapacitado físico que enumera entre las quejas más comunes las barreras físicas y arquitectónicas que se encuentran a diario en la ciudad, aunque reclama "más consideración" a quienes aparcan en aceras, rebajes de acceso y en los estacionamientos para personas con movilidad reducida, para lo que pide a la Policía "más verificación".

En este sentido, denunció que "hay mucha picaresca con las tarjetas para discapacitados, ya que son muy fáciles de falsificar", hasta el punto de que ayer llevó varias muestras de las irregulares para que los agentes las identifiquen.

Cristina Arizaga, profesora de lengua de signos y miembro de Asorte, acudió para plantear a la Policía Local los problemas de comunicación con los que se encuentran a diario, pues dijo que "por el hecho de que un agente nos grite más, no lo vamos a entender mejor". Por ello, sugirió que sería interesante que una parte de la plantilla conociera algunos aspectos del leguaje de signos.

Dijo que también se encuentran con otras barreras como los paneles informativos, que "en muchas ocasiones no entendemos o con funcionarios que no nos entienden a la hora de hacer una gestión, así como con la carencia de formas de aviso para una persona sorda en caso de una emergencia".

TACHI IZQUIERDO, Tenerife

Buena parte de los miembros de las cinco unidades operativas de la Policía Local de Santa Cruz que a diario recorren la ciudad en turnos de 40 agentes están participando de manera activa en las charlas y encuentros que les ofrecen personas con discapacidad física o psíquica, auditiva o visual.

Les explican a los policías, de manera muy directa, ya no solo la forma en la que les gustaría ser tratados, sino las carencias con las que se realiza el servicio o las dificultades y barreras con las que se encuentran a diario en la ciudad.

La Policía de Santa Cruz cuenta con una plantilla de 368 agentes, y su participación en esta experiencia obedece a una iniciativa de la Mesa de la Accesibilidad, en la que cada colectivo ha ido planteando la necesidad de hacer frente a sus carencias y dificultades cotidianas.

En el colectivo de discapacitados intelectuales una de las principales demandas se centra en la mejora de la comunicación en las intervenciones policiales, "de manera que estas personas conozcan lo que han hecho, sus derechos o las consecuencias de determinados actos", así como que los agentes "sepan identificar estos casos, para no solaparlos con otros y poder derivarlos a la familia o a centros adecuados", indicó Ana Almenara, representante de la Federación Regional Canaria de Organizaciones de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps).

Beneficio común

Antonio Acosta es el jefe del Departamento de Servicio Sociales de la ONCE en Tenerife, quien dijo que cualquier acción de sensibilización hacia este colectivo que "pueda poner en alerta a la gente que está en disposición de ayudarnos y poner de manifiesto nuestras necesidades, nos va a beneficiar". Dijo que "lo que hace falta es la información hacia este cuerpo de lo que nos hace falta, algo que beneficia al conjunto de la sociedad", y destacó que para el colectivo de ciegos "una de sus principales inquietudes es no encontrar obstáculos en la vía pública, coches mal aparcados o contenedores ubicados fuera de su lugar, algo que ocasiona un trastorno y un riesgo".

También le reclamó a los policías más sensibilización y apoyo hacia los usuarios de los perros guía y señaló que "en Santa Cruz, como cualquier ciudad, la sensibilización tiene que ver con las voluntades", aunque apuntó que "hoy por hoy todo es mejorable".

Airam Fernández Rodríguez es un discapacitado físico que enumera entre las quejas más comunes las barreras físicas y arquitectónicas que se encuentran a diario en la ciudad, aunque reclama "más consideración" a quienes aparcan en aceras, rebajes de acceso y en los estacionamientos para personas con movilidad reducida, para lo que pide a la Policía "más verificación".

En este sentido, denunció que "hay mucha picaresca con las tarjetas para discapacitados, ya que son muy fáciles de falsificar", hasta el punto de que ayer llevó varias muestras de las irregulares para que los agentes las identifiquen.

Cristina Arizaga, profesora de lengua de signos y miembro de Asorte, acudió para plantear a la Policía Local los problemas de comunicación con los que se encuentran a diario, pues dijo que "por el hecho de que un agente nos grite más, no lo vamos a entender mejor". Por ello, sugirió que sería interesante que una parte de la plantilla conociera algunos aspectos del leguaje de signos.

Dijo que también se encuentran con otras barreras como los paneles informativos, que "en muchas ocasiones no entendemos o con funcionarios que no nos entienden a la hora de hacer una gestión, así como con la carencia de formas de aviso para una persona sorda en caso de una emergencia"

Fuente
http://www.eldia.es/2012-11-27/santacruz/12-informacion.htm

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