T. V. Padma aborda los métodos que ayudan a recuperar la visión de ciegos en países en desarrollo, dándoles más calidad de vida.
La magnitud de los problemas relacionados con la ceguera en los países en desarrollo a menudo se pierde entre los informes sobre epidemias y otros problemas de salud pública.
Hasta 2002, la OMS estimó que había alrededor de 37 millones de personas ciegas en el mundo y un adicional de 124 millones con muy baja visión. Noventa por ciento de los impedidos visuales se encuentra en países en desarrollo.
El sur y el sudeste de Asia reúnen el porcentaje más alto de ceguera evitable (28 por ciento), seguido por el oeste del Pacífico (26 por ciento), África (16,6 por ciento) y el este del Mediterráneo (10 por ciento).
En el Reino Unido y Estados Unidos menos de tres de cada de 10,000 niños son ciegos de nacimiento, mientras que en India –donde se encuentra la mayor cantidad de niños ciegos en el mundo- hay más de ocho.
Pero se está empleando nueva tecnología para tratar la ceguera y hacer la vida más fácil para el ciego en los países en desarrollo. Desde satélites hasta un nuevo software, sofisticados trasplantes de córnea y otros experimentales con células madre, la situación está mejorando.
Las raíces de la ceguera
En 2000, la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB, por su sigla en inglés) con base en el Reino Unido estimó el costo global de la ceguera y la baja visión en US$ 42 miles de millones, una cantidad que, según al Agencia, podría aumentar a US$ 110 miles de
millones para 2020 si no hay un descenso.
La OMS señala que a pesar de las mejoras en la cirugía ocular en los últimos diez años, las cataratas, que suceden cuando la transparencia del lente del ojo se nubla, continúan siendo la principal causa de problemas visuales en los países en desarrollo, llegando a ser el 47 por ciento de los casos.
Una grave causa para la aparición de cataratas es la exposición a la radicación ultravioleta, una consecuencia del ambiente tropical de muchos de los países en desarrollo.
Otras causas serían los glaucoma, en los que un exceso de presión daña el nervio óptico, (12.3 por ciento), la degeneración vinculada a la edad (8.7 por ciento), la opacidad de la córnea (5.1 por ciento), el daño de la retina debido a la diabetes (4.8 por ciento) y la ceguera infantil (3.9 por ciento).
El tracoma, una inflamación contagiosa del ojo causada por la bacteriaChlamydia trachomatis, y las lesiones oculares también son comunes.
En la mayoría de los casos, la ceguera resulta de la falta de acceso al cuidado ocular y a las ayudas correctivas de la visión. La IAPB señala que quizás uno de los “ejemplos más tristes” está en África, donde cientos de miles de niños son tratados por la ceguera causada por la falta de servicios adecuados para detectar y corregir fallas de la visión, o porque sus familias son demasiados pobres para comprar los anteojos recetados
En Bangladesh e India miles sufren de daño ocular severo cada año debido a lesiones causadas por químicos en los lugares de trabajo, o de la pasta de lima que se agrega a las hojas de nuez de areca, un popular estimulante.
La pasta de lima se frota sobre las hojas que después se mastican, y luego a menudo la gente se toca accidentalmente sus ojos.
Un estudio en 2003 realizado por el Instituto de los Ojos L.V. Prasad (LVPEI, por su sigla en inglés), un centro para la ceguera que colabora con la OMS en Hyderabad, India, y la Universidad de Melbourne en Australia halló que en el estado de Andhra Pradesh en el sur de India, uno de cada 150 indios sufre de ceguera en la córnea, la capa más externa del ojo que cubre el iris y la pupila.
Noventa y cinco por ciento de los casos eran evitables y fueron causados por una lesión provocada por espinas, ramas, secreciones de plantas y químicos.
Y un estudio de 2001 elaborado por el Instituto de Medicina y Hospital Escuela Tribhuvan en Nepal, en colaboración con la Universidad de California, en Estados Unidos, encontró que Nepal tiene siete veces más úlceras de córneas que el sur de India, y 70 veces más que Estados Unidos.
Las lesiones oculares y las úlceras de la córnea son “problemas serios de salud pública que están ocurriendo en proporciones epidémicas en Nepal”, concluyó.
Visión 2020
En 1999, la OMS y la IAPB lanzaron el programa ‘Visión 2020: Derecho a la visión’, buscando disminuir la cantidad de personas ciegas en el mundo para el 2020, y pasar de los 75 millones estimados a 24 millones.
Las agencias de salud también están tratando de difundir la concientización sobre la detección temprana y la prevención de las condiciones que conducen a la ceguera. Esto ha llevado a resultados imprevisibles en Gambia, India, Marruecos, Nepal, Sri Lanka, Tailandia y otros países que han organizado campamentos de detección temprana para las cataratas, úlceras oculares y distintos tipos de cáncer, operaciones de cataratas de bajo costo y programas de suplementación con vitamina A, dice la IAPB.
Una historia exitosa es la del cirujano ocular nepalí Sanduk Ruit, quien ganó el premio Ramon Magsaysay, el equivalente asiático al Premio Nóbel, en 2006 por sus esfuerzos por introducir la cirugía de cataratas sin sutura en Nepal.
Ruit es director médico del Centro Ocular Tilganga en Katmandú, que coordina un banco de ojos que recolecta córneas para trasplantes y fabrica lentes de alta calidad para implantarlos en los pacientes con cataratas.
Esos lentes cuestan US$5 cada uno, un precio razonable, y están disponibles en más de 50 países. Pero es necesario todavía hacer más acciones. “La ceguera por cataratas continúa en aumento, particularmente en naciones en desarrollo y en sociedades no privilegiadas”, dijo Ruit.
Las operaciones de ojos son cada vez más accesibles en los países en desarrollo. La cirugía de cataratas, en la que el lente nublado y opaco del ojo es reemplazado por uno más claro, es ahora de rutina.
Y los trasplantes de córnea, remplazando la córnea dañada por una donada, están aumentando. LVPEI realiza entre 900 y 1000 trasplantes cada año en pacientes del sur y oeste de Asia, algunos de los cuales son gratis para aquellos que no pueden pagarlos.
En los casos en los que las córneas no se injertan adecuadamente, se usan córneas artificiales hechas de plásticos biocompatibles.
Sin embargo, en algunos casos los trasplantes de córneas no son útiles porque hay daño en el limbo corneal, un área donde se originan las células de la córnea.
Los científicos del LVPEI estudian el potencial de las células madre, células no especializadas del cuerpo que pueden transformarse en otras células específicas como las del corazón, los músculos y las neuronas, para regenerar el limbo corneal.
Como parte de un proyecto financiado por el Departamento de Biotecnología de la India en 2001, los científicos del LVPEI cultivaron células madre tomadas del limbo de un paciente en un medio especial y las trasplantaron otra vez en el ojo del paciente.
El proyecto comenzó con 20 pacientes pero se expandió a más de 500 trasplantes de células madre, dijo Geeta Vemuganti, titular del laboratorio de células madre del LVPEI.
Un seguimiento de los primeros 200 pacientes mostró que en 40 por ciento de los casos las células de limbo trasplantadas volvieron a crecer en la córnea. Los restantes necesitaron un trasplante de córnea adicional.
Investigación y rehabilitación
Dorairajan Balasubramaian, director del LVPEI, dice que las células madre son uno de los dos 'aires de esperanza' para nuevos tratamientos.
Las células madre que derivan de la médula espinal del paciente son usadas para originar células de la retina, y otra opción es el uso de terapia genética para corregir la ceguera causada por un gen defectuoso de la retina.
Científicos de Estados Unidos están probando retinas de silicona artificial en pacientes ciegos con retinas dañadas para ver si es posible estimular la visión. Los chips solares convierten la luz en pulsos eléctricos que estimulan las células de la retina dañada, permitiendo
que envíen señales visuales al cerebro.
El Instituto de Tecnología de Massachussets, en Estados Unidos, ha lanzado el 'Proyecto Prakash', prakash significa 'luz' en sánscrito, para desarrollar modelos computacionales para la detección facial de aptitudes.
Están trabajando con un grupo de niños indios cuya visión ha sido restaurada luego de un tratamiento para entender cómo el cerebro ve y reconoce objetos y caras, y esperan que el modelo pueda ser usado en programas de rehabilitación una vez que se haya recuperado la vista.
Haciendo la vida más fácil
Pero no se trata sólo de corrección quirúrgica. Otros programas están ayudando al ciego del mundo desarrollado a mejorar su calidad de vida.
La Asociación de Personas Ciegas en Ahmedabad, Gujarat, en India, promueve la educación, el entrenamiento, el empleo y los servicios de rehabilitación para el ciego basados en la comunidad. En un innovador proyecto reciente, han solicitado ayuda al satélite educacional de India EDUSAT.
EDUSAT, lanzado por la Organización India de Investigación Espacial (ISRO, por su sigla en inglés) en setiembre de 2004, transmite programas educativos a larga distancia a 10,000 salones de clase en áreas remotas en todo el territorio de India y provee conectividad a escuelas, colegios, institutos superiores, junto con apoyo a la educación en el hogar y el aprendizaje a distancia.
La Asociación de Personas Ciegas se acercó a ISRO con el fin de construir una red especial para estudiantes ciegos.
"La red satelital ha probado ser una alternativa económica y viable en áreas donde los maestros para los estudiantes ciegos van sólo dos veces a la semana y muchas escuelas no tienen expertos para enseñar a ese tipo de niños", dijo Bharat Darji, subdirector de proyecto del Centro de Aplicaciones Espaciales de la ISRO en Ahmedabad.
Usando EDUSAT, ISRO transmite tanto programas de audio como de datos que pueden ser leídos con Braille a más de 800 niños ciegos en diez sitios remotos en Gujarat.
Darji dijo a SciDev.Net que hay lugar para extender la red a 40 escuelas para ciegos en Gujarat y posibilidad de implementarla en otros estados indios.
Avances similares en software y en medicina están ayudando a rehabilitar a personas con problemas de visión, quienes encuentran difícil leer o ver claramente.
La tecnología de la información ofrece una gran oportunidad para mejorar la educación y el empleo para los deficientes visuales, dicen los científicos en el LVPEI.
Los ejemplos incluyen software que agrandan los textos e íconos en la pantalla de la computadora hasta 16 veces; que permiten a los sintetizadores de voz a ‘pronunciar’ el texto que está escrito en la pantalla, que imprimen en Braille desde una computadora mediante la perforación de puntos sobre el papel; y editan cartas, correos electrónicos y textos escritos en Braille.
Para la gente con poca visión, el Centro de Recursos para Baja Visión de la Sociedad para el Ciego de Hong Kong tiene un inventario de 120 dispositivos de baja visión por U$17, incluyendo telescopios binoculares, lupas y lentes con control de reflejo equipados con filtros especiales.
También tienen una variedad de dispositivos no ópticos para ayudar a aquellos con poca visión a vivir independientemente, como relojes de alto contraste, espejos con aumento, enhebradores de agujas y grandes libros impresos.
Pero los expertos señalan que cualquier medida que mejora la calidad de vida necesita ser complementada con fuertes programas de concientización de la salud visual para prevenir y tratar la ceguera si el mundo en desarrollo quiere reducir sus crecientes niveles de
ceguera.
"La restauración de la visión tiene que ser de primera calidad, siempre y en cualquier parte", dice Ruit, enfatizando que nadie debería recibir un tratamiento de segunda categoría.
Fuente: http://www.scidev.net
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