La fragilidad de un bebé que nace antes de las 37 semanas de gestación, obliga a tener cuidados especiales. Una de las enfermedades que más amenazan el bienestar de los recién nacidos es la Retinopatía del Prematuro (ROP), también conocida como Fibroplasia Retrolental. Esta dolencia se presenta en algunos niños que nacen prematuramente y que sin atención puede causar ceguera en cuestión de semanas.
La ROP es el desarrollo anormal de los vasos sanguíneos en la retina. Comúnmente, comienza durante los primeros días de vida y progresa rápidamente, por eso requiere de un tratamiento inmediato para asegurar la visión de los pequeños pacientes.
“Esta enfermedad de la retina, presente en los niños prematuros, es producida por el detenimiento del crecimiento normal de los vasos sanguíneos provocado por el nacimiento anticipado”, sostuvo la oftalmóloga pediatra Claudia Zuluaga Botero.
La especialista explicó que parte de las causas de esta patología está relacionada con la exposición de los bebés prematuros a altas concentraciones de oxígeno, con la intención de preservar la vida durante su estadía en las unidades de cuidado intensivo neonatal. “Esta enfermedad es prevenible en el 80 por ciento de los casos”, comentó Zuluaga.
Según un estudio de la Universidad del Valle, la ROP es la causante del 33 por ciento de los casos de ceguera infantil en Bogotá, Medellín y Cali. Con base en estos resultados, la experta recomienda a los padres exigir el examen una vez nazcan nos bebés, porque “no existe otra manera de darse cuenta de la presencia de esta enfermedad. No hay un síntoma visible”.
El examen para detectar este problema es indoloro. El oftalmólogo pediatra aplicará gotas para la dilatación pupilar y posteriormente realizará la evolución. Una vez es realizado este procedimiento, el bebé será sometido a exámenes de seguimiento en intervalos de aproximadamente dos semanas para descartar completamente la presencia de la ROP.
Sí la presencia de la retinopatía se confirma, el tratamiento no da espera ante la amenaza de ceguera. “En la mayoría de los casos esta dolencia es corregida con cirugía láser. Una vez son intervenidos, los niños deben tender controles recurrentes hasta que madure la retina y el peligro de peder la visión quede erradicado”, indicó Zuluaga, quien agregó que la recuperación en los casos leves de ROP es completa.
La especialista reveló que existe la probabilidad de que, en el futuro, el bebé al que le fue tratada la enfermedad mucho más severa, presente otras complicaciones, por eso es importante mantener chequeos continuos.
“Aunque no hay riesgo de que tenga ceguera, estos niños pueden desviar los ojos, tener miopía y necesitar gafas. En los bebés prematuros es recomendable que cada año tengan controles durante los siete primeros años de vida”, apuntó.
Para Zuluaga, el tema más preocupante es la falta de información que reciben los padres. “En la mayoría de los casos la ceguera hubiera sido evitable si se realizara el manejo adecuado a esta grave de enfermedad. El principal problema es que no se realiza este examen a tiempo a los niños. Los padres no saben que existe la enfermedad y sus alcances y en la unidad de cuidado intensivo neonatal no siempre se les informa”, resaltó la experta.
lunes, 7 de noviembre de 2011
La ROP, una enfermedad que deja ciegos a los bebés prematuros
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Actualidad
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