Creo que las personas se olvidan de agradecer y ser felices con las pequeñas cosas: el agua caliente para bañarse, una toalla limpia para secarse, sentir el olor del pasto recién cortado o de la comida que preparan en los hogares con amor. Uno vive inmerso en una vorágine tal, donde hay que pagar cuentas y tratar de llegar a fin de mes que olvida las pequeñas cosas.
El poder disfrutar un tiempo en familia es algo que se debería disfrutar más. Los niños pequeños pueden ser felices con tan poco....lo único que reclaman es la atención de los padres, que muchas veces, limitan su tiempo para estar con ellos por razones económicas, olvidando que la calidad del tiempo es más importante que la cantidad.
Uno debe ser feliz con sus elecciones de la vida y no tener rencores ni remordimientos. Vivir aquí y ahora, como decía mi mamá, hace que cada momento sea irrepetible e inigualable, porque cada momento es único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario