Resptecto de esto hay una anécdota muy simpática: Cuando ibamos en el auto con mi hermana y sus hijos por la Panamericana uno vio uno de esos carteles gigantes de publicidad de ropa interior, donde había una mujer con un conjunto y dijo: Mamá mirá esa mujer se olvidó de ponerse la ropa.
La personas con discapacidad visual no son ajenas a este bombardeo, ya que los mensajes de promociones a los celulares igual le llegan, los llamados a los teléfonos de línea también, las promos por la compu (mail, twitter, facebook) también. En la tele y la radio es lo mismo. En la calle los puestos de diarios o kioscos son los que siempre tienen productos que venden colgando de los toldos, que uno se los lleva puestos por estar a una altura reglamentaria. Es difícil no engancharse con ese afuera que nos lleva a consumir cada día más donde uno compra algo y es obsoleto al poco tiempo. El hombre que me arreglaba el lavarropas me dijo: tiralo y comprate otro. Es así de fácil y él trabaja arreglandolos!
Mi pregunta es ¿hasta donde puede uno tener la capacidad suficiente para analizar y comparar tanta información brindada, para tomar la decisión a la hora de comprar un producto? Creo que el bombardeo de información es tal que se hace difícil encontrar y discernir lo que sirve de lo que no de la información brindada.
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